Ya no se escucharan más sus horóscopos llenos de ingenios y buen humor

Por: Alicia Villavicencio
Este pasado día 13 de mayo, Cancún perdió a su vidente, uno de sus personajes importantes, falleció Gerardo Pérez Turullols, a quien algunos recordarán por los horóscopos que semana a semana compartía tanto en el programa local Encadena como en su página de Facebook.
Gerardo Atzel, como era su nombre espiritual y quien fallecería el día de la Virgen de Fátima, nació en la ciudad de México el 6 de Octubre de 1970 en el seno de una familia de chamanes y como el mismo dio a conocer fue de Pascual Pérez Iñiguez de quien recibió las primeras instrucciones que le iniciarían en la cartomancia
En Cancún participó en Radio Pirata desde el año 1996 a 1997, al lado de Sergio Cárdenas, luego, en el mismo radio de 1997 a 1999 compartió micrófono con Cristina Pereira, en 1999 participó en el programa de TVCun “Somos Luz”, luego del cual se sumó a las filas del programa que iniciaba Encadénate que dirige Oscar Cadena en donde permaneció hasta la fecha.

En su consultorio inicialmente en Plaza Bonita y después en la avenida Palenque, desfilaron a lo largo de los años decenas de políticos, artistas, empresarios, quienes se acercaban buscando respuestas o mejorar su situación e incluso protección, muchos reconocen que gracias a su ayuda y guía lograron salir adelante.

Para realizar sus limpias, Gerardo elaboraba intrincados y complicados diseños de semillas y flores, cuyas formas nunca se repetían, muchos de ellos quedaron impresos en memorias gráficas que inició en 1998 Lola y que luego el continuaría.

Sus videncias eran acertadas y muy específicas, para él “ver” no requería de esfuerzos ni de concentraciones, ni de mantras ni de ceremonias, simplemente parecía mirar un momento hacia dentro de sí y luego con total certeza decía lo que veía, lo mismo en donde estaba una persona que unas llaves o quien se robó algún artefacto.
Así ocurrió con el caso de un camarógrafo a quien apodaban “la máscara”, que acudió en su auxilio porque su hermano se encontraba desaparecido y su familia temía por su seguridad, Gerardo simplemente le aconsejó esperar ya que “está en Playa de fiesta con un amigo rubio que no conocen, pero el día 25 en la tarde va a regresar a su casa”, lo cual sucedió tal y como lo anunció
Otro caso similar, de los cientos que fue consultado, ocurrió cuando una mujer le llamó porque habían sustraído 65 mil pesos de su cajón, él le aconsejó que revisara a las dos chicas que realizaban la limpieza al salir para que no pudieran llevárselo, luego le dijo que buscara en un sitio que tenía estrecha relación con la ropa, ella buscó en la ropa sucia, en los cajones, pero no encontraba nada, hasta que revisó la manguera de la lavadora, en donde encontró los billetes hechos rollos y escondidos por el personal de limpieza.

No importaba la hora a la que se le consultará, siempre estaba dispuesto a contestar un mensaje o una llamada, en una ocasión una mujer estaba terriblemente enferma y sus familiares le llamaron porque ella estaba desesperada, sentía que no sobreviviría esa noche, él los tranquilizó diciendo que no se preocuparan, que se recuperaría en una semana, aunque tendría que cuidarse de no recaer en ese mal que siempre le aquejaría, lo que así ocurrió
En otra ocasión era un bebé el que estaba en peligro, acababa de nacer y ya había sido operado dos veces y les anunciaron una tercera operación, le llamaron desesperados y él vaticinó que el niño saldría bien de la operación y que sería la última, que crecería sano e incluso sin haberlo visto siquiera, les indicó que el mal estaba en el hígado y la vesícula biliar
En la Voz del Caribe se publicó un artículo de un hombre perdido en Rancho Viejo, él supo que los aluxes se lo habían llevado y que no dejaban que lo encontraran ni saliera del lugar, así que durante 6 días de búsqueda, él mismo se sumó realizando oración y ayudando en los altares que varios sacerdotes mayas colocaron y comentó a sus familiares que no se preocuparan que el séptimo día ya lo dejarían libre, que lo veía dormido de día y despierto de noche para protegerse de los animales y que estaba junto a un pocito de agua. El hombre al que apodaban “Capulina” en el sindicato de taxistas, relató lo que vivió al lado de los aluxes y que sobrevivió junto a un pocito del que extraía agua en una botella de refresco.

Para él era fácil ver donde estaba algún desaparecido, a veces simplemente la persona se había ido con otro familiar, o había dejado su casa por el maltrato, en otras solo decía que no lo iban a encontrar con vida e incluso podía saber si se habían suicidado.
Enfrentó todo tipo de ataques espirituales, desenterró brujerías, quitó amarres, hizo limpias de casas y personas y a pesar de que algunas ocasiones le resultaban terroríficas, siempre lo tomó con humor, al contar las anécdotas que le parecían disparatadas siempre reía.
Sus pacientes lo buscaban constantemente, pero lograba escapar uno o dos meses a España, su segundo hogar, aunque lo mismo iba a Argentina o a Japón invitado siempre por personas que buscaban sus servicios en todo el mundo.

Se sentía mejor con los animales que con muchas personas, tenía gatos, tortugas, perros, pájaros. Un día transitando con una amiga por la ciudad cerca de navidad, le pidió que se detuviera, vendían un pavo, el lo compró de inmediato y lo subió al auto, su amiga le preguntó que si sería capaz de matarlo para la cena y el contestó que no, que acababan de darle una amnistía al pavo y se lo llevó a su casa en donde tenía un buitre que recogió desde pequeño y lo salvó, “se hicieron amigos” dijo cuando le preguntaron por ellos e increíblemente así fue
Con Gerardo se vá una parte mística de Cancún, ya no se escucharán sus horóscopos llenos de ingenio y buen humor, ya no caminará despacio por la avenida Palenque como todas las tardes, ya no aligerará la carga de todos aquellos que en el mundo lo consultaron, dejará un gran vacío en el corazón de sus amigos, ahora emprende un nuevo camino hacia la luz, porque como el dijo un día “somos luz” y a ella retornamos. Descanse en paz.